La publicidad y las algarabías puesta en escenas en distintos momentos ya sea para iniciar una obra pública o para inaugurar aquella que se extendió en demasía en sus plazos de entrega con adicionales y costos remanentes que terminan en una obra sobrevalorada, de baja calidad y con escaso valor público porque en su ejecución va alterándose en su diseño original y cuya demanda no necesariamente proviene de las voces públicas; son las tonalidades de nuestras autoridades que respiran éxito momentáneo. Al terminar 2023, las finanzas públicas en cuanto a la ejecución de gastos en inversiones ejecutadas por los tres niveles de gobierno para crear nueva infraestructura y reposición fue de s/1,389 millones de
los cuales el 46 por ciento respondía a gastos del Gore Loreto, mientras que los gobiernos locales ejecutaron inversiones para embellecer la ciudad, darles seguridad a sus ciudadanos, o para promover cultura y deporte, representó el 25 por ciento. Todo este esfuerzo institucional y logros, finalmente son desmentidas por datos e indicadores que representan la imagen objetivo del territorio, y que va más allá de discursos prometedores y triunfalistas.
El galardón de último lugar en todo, o a la inversa, (pobreza multidimensional, evaluación censal de estudiantes, producción de hoja de coca, y otros tantos indicadores) no mueve conciencia institucional y van a la inversa. En 2023 el Gore Loreto aumentó sus planillas de gastos para contratación de personal en s/207 millones respecto al año anterior y este 2024 se tiene programado aumentar s/73 millones más que en 2023. Las mayores inversiones en infraestructura física aumentando la burocracia estatal generadora de mayor corrupción y administración parasitaria sin contribución alguna a mejorar el rostro del ciudadano que busca chamba perdida y no recuperada, e ingresos monetarios que sostengan una canasta básica de alimentos; son los esfuerzos por donde se dirige el jefe de pliego sin darse cuenta que en su alrededor está deteriorando el futuro de un territorio atascado por decisiones mirando sus beneficios personal y de grupos salvajes.
INCORE es una representación grafica del territorio, que analiza 40 indicadores que el IPE metodológicamente escanea a cada departamento y los presenta anualmente para reflejar la realidad de nuestro Perú profundo y en crisis. El departamento de Loreto, desde que se publicó el primer informe de INCORE (2012) viene ocupando la última posición y en este 2024, seguimos en lo mismo. Sus resultados nos conducen a reflejar realidades sobre nuestra salud económica, institucional, infraestructura, educación, salud y laboral que, en términos de optimización, van a demostrar la gestión del territorio en condiciones de ganancia en productividad, competitividad e innovación que si bien no son atributos de resultados instantáneos ni de ganancias automáticas requieren sí un nivel de esfuerzo a todo nivel, para complementar esfuerzos institucionales, para promover cambios generacionales comprometidos y, sobre todo, para valorar la más importante renta estratégica que tiene Loreto y la Amazonia a futuro y el mundo: bosques y aguas.
Fuente: Prospectiva Amazónica (Roger F. Grández Rios – Director del Instituto de Desarrollo Económico)
